Distancia entre la Tierra y Marte
Nuestro planeta y Marte convergen hacia un encuentro
cercano. La distancia entre ambos se está reduciendo unos 300 kilómetros por
minuto, de modo que cuando la convergencia culmine, a mediados de abril según
los expertos, el abismo que existe entre la Tierra y Marte se habrá reducido a
sólo 92 millones de kilómetros, una distancia pequeña en la escala del sistema
solar.
Los astrónomos llaman a este evento una «oposición de
Marte», porque Marte y el Sol están en lados opuestos del cielo. Marte sale por
el este al atardecer, y se eleva a lo alto del cielo a medianoche, con su
brillo naranja quemado casi 10 veces más brillante que el de una estrella de
primera magnitud.
Estas llamadas «oposiciones de Marte» se producen cada 26
meses. De un encuentro similar en el siglo XIX, el astrónomo Percival Lowell
escribió que «Marte resplandece sobre el fondo oscuro del espacio con un
esplendor que eclipsa a Sirio y rivaliza con el mismo gigante Júpiter».
Hay dos fechas de especial significación. La primera de
ellas es el 8 de abril, cuando Marte, la Tierra y el Sol están dispuestos en
una línea casi recta. Si las órbitas de Marte y la Tierra fueran perfectamente
circulares, el 8 de abril también sería la fecha de máxima aproximación.
Sin embargo, las órbitas planetarias son elípticas, por lo
que la fecha real de máximo acercamiento no llega hasta casi una semana
después. El 14 de abril, la Tierra y Marte estarán en su distancia mínima, a
unos 92.000.000 kilómetros, un vuelo de seis meses para los cohetes más veloces
de la NASA.
Esa noche no habrá ningún problema para encontrar a Marte.
La Luna marcará la posición del planeta rojo, en la constelación de Virgo,
proporcionando un «hito» inconfundible en el cielo de medianoche. Sorprendente
mente, en la misma noche que Marte está más cerca de la Tierra, habrá un
eclipse total de Luna. La luna llena del 14 al 15 de abril se pondrá roja como
el propio planeta.
Mensajes entre la Tierra, la Luna y Marte:
Tarde o temprano, es posible, habrá cientos o miles de
humanos viviendo fuera de la Tierra, y necesitaremos comunicarnos con ellos.
Incluso antes de que esto ocurra, las sondas que enviamos al espacio -dotadas
de instrumentos cada vez más precisos- requieren de canales de banda lo
suficientemente ancha como para poder transmitirnos los datos que recogen con
la suficiente velocidad. Una nueva tecnología presentada por la NASA, denominada
Laser Communications Relay Demostration (LCRD), promete convertirse en el
sistema de comunicaciones espaciales definitivo.
Las comunicaciones rápidas y eficientes constituyen uno de
los más importantes factores a la hora de idear una estrategia de expansión
eficiente. Si los seres humanos que enviamos primero no tienen forma de
transmitirnos lo que están viendo o pedirnos ayuda si lo necesitan, estarán en
problemas. Y en el otro sentido ocurre lo mismo: necesitamos poder enviar
datos, información y respuestas a nuestras colonias lejanas. Esto ha sido así
desde la época en que las “comunicaciones” eran rollos de papel enviados por
barco de un extremo al otro del mundo hasta hoy, cuando los hombres comienzan a
explorar el espacio.
Mensajes entre la Tierra, la Luna y Marte
La NASA está especialmente interesada en implementar
sistemas de comunicaciones capaces de cubrir enormes distancias y que posean un
ancho de banda lo suficientemente grande como para que los datos que envían sus
vehículos robóticos (y los que enviarán dentro de algunos años sus astronautas)
lleguen sin demora a nuestro planeta. A la sonda Mars Reconnaissance Orbiter
(MRO), que orbita Marte, por ejemplo, le lleva unos 90 minutos transmitir una
fotografía a la Tierra. Si dispusiésemos de un sistema mejor, ese tiempo podría
reducirse a unos pocos minutos. Es por ello que la agencia ha invertido 175
millones de dólares para desarrollar tres proyectos relacionados con la
conquista del espacio, uno de los cuales intenta justamente solucionar este
problema. Se trata de una tecnología denominada Laser Communications Relay
Demostration (LCRD). La LCRD -como su nombre lo indica- utiliza un rayo láser
para establecer una conexión óptica entre el transmisor y receptor, y posee un
ancho de banda de unos 100Mbps. Las imágenes del MRO, por ejemplo, solo
demorarían 5 minutos en transmitirse por ese canal.
Una complicación
La NASA se ha decidido por el uso del láser porque sabe que
para una masa, tamaño y carga energética determinada, un sistema óptico es
capaz de proporcionar tasas de transmisión de datos mucho mayores que las
permitidas por las frecuencias de radio utilizadas normalmente. Pero no todas
son buenas noticias, ya que un sistema como el LCRD requiere de que el
transmisor y el receptor“se vean” entre sí, algo que suele ser bastante
complicado en algunas oportunidades, sobre todo cuando uno de los extremos de
la comunicación se encuentra sepultado debajo de una capa atmosférica lo
suficientemente espesa, como la que posee la Tierra. Pero aún teniendo en
cuenta estas dificultadas, la agencia cree que el LCRD funcionará bien como
enlace entre la Tierra, la Luna y Marte, permitiendo incluso la transmisión de
vídeo en vivo en HD.
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